domingo, 7 de febrero de 2010

UNPLUGGED


Este relato que he encontrado en la red tiene un toque de misterio pues se lo atribuyen tres autores: un español, un mexicano y un argentino (no es un chiste) Yo elegí esta versión a la que he añadido algunos cambios aquí y allá:Lo reconozco: soy un depresivo aguafiestas sin remedio, aunque Laura lo expresa de otra manera:
-Tú lo que eres es un pelmazo que está siempre escuchándose a sí mismo y sólo escribe sobre gente como tú.
-Ya…
Además suelo tener irreprimibles accesos de melancolía que sacan de quicio a Laura. Como ahora, sentados en la mesa de la cocina tomando cerveza una lluviosa tarde de domingo, en la que me da por hablar sobre la vida y la muerte.
-Nunca me dejes vivir en estado vegetativo –le digo a Laura-. No soportaría depender de máquinas y del líquido de una botella. Si me ves en este estado desenchufa los artefactos que me mantienen vivo; preferiría morir.
Laura se levanta con un sincero brillo de admiración en sus ojos y desenchufa la televisión.
Luego desenchufa el ordenador, el ipot, el smart mail. La play station y por último me quita el botellín de cerveza.
Me invade una -hasta ahora- desconocida sensación de paz y abandono. Parece que todo se vuelve más oscuro y lejano...
Disculpen, pero veo allá al fondo una potentísima luz anaranjada. Algo me dice que he de ir hacia allí. Adiós.

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